Resaca de la Copa del Rey

Aficionados muestran su disconformidad con la directiva del Orihuela CF por haber comprado entradas y no poder sentarse.

Por su parte, la peña ‘Frente Eskorpión’ reclamó al Ayuntamiento mejores instalaciones, exhibiendo ante TVE y los dirigentes municipales una gran pancarta con la leyenda ‘Un campo digno ya’.

A vueltas con la Copa del Rey, pero al margen ya de lo deportivo, hubo asistentes al evento que antes, durante y después del partido contra el Girona FC mostraron a Sport Vega Baja y en las redes sociales su disconformidad y enfado por muchas cosas que acontecieron antes y durante el encuentro. Hubo aficionados enfadados con la directiva del Orihuela CF por comprar entradas y luego comprobar que no tenían asiento. Se quejaban de que se hubieran colocado plataformas sin asientos y tuvieran que ver todo el partido de pie -como quien suscribe-, sin que el club hubiera informado de ello antes. «Llevo más de cincuenta años viniendo a este campo y jamás he tenido que ver de pie un gran partido de los que aquí se han jugado y cuando ha habido que poner gradas supletorias se han puesto con asiento», se quejaba a este medio un fiel de aficionado de toda la vida.

Por otro lado, la excesiva afluencia de público hizo que hubiera muchos espectadores apiñados o sentados hasta en las escaleras y pasillos de entrada y salida con el peligro que ello conlleva a la hora de la movilidad. Como comentaban asistentes, en caso de haberse producido una avalancha o una pelea, en caso de necesidad de evacuación o si se hubiese requerido una rápida intervención policial o asistencia sanitaria habría existido un grave problema. En el momento que el público no está sentado y se ocupan accesos y escaleras o hay grandes apiñamientos, el peligro está ahí.

La afición también se quejó de la mala organización que hubo fuera del recinto. Había aficionados que habían formado una ordenada cola, pero a la hora de la apertura otros asistentes se avalanzaron sobre las puertas, como ocurrió en la entrada del graderío de general -junto a la Plaza de Toros-, donde se formó un gran guirigay. Allí nadie organizó nada. Por cierto, esta puerta se abrió a las 19.40 horas. Con mucho retraso sobre la hora
indicada por la entidad.

Finalmente, quedó de manifiesto el lamentable estado de un recinto de titularidad municipal como es el campo de ‘Los Arcos’, indecente en cuanto al insuficiente número de puertas de acceso, aseos y aforo, entre otros muchos aspectos -en marzo de 2010, se derruyeron por mal estado las gradas del fondo norte y de general, pero no se reconstruyeron, reduciéndose bastante su capacidad de asiento-. Orihuela dio la esperada penosa imagen con su campo de fútbol, que luce así por la desidia -en mayor o menor medida- de todas y cada una de las corporaciones que han estado en el poder desde la llegada de la democracia al Ayuntamiento en 1979. La acumulación de ese no ir haciendo nada o casi nada ha generado el lamentable estado de un recinto municipal que da pena. ¿Que para la ocasión se ha puesto nueva iluminación? Sí, ya estaba bien, pero ha llegado con años de tardanza, porque la afición lleva ya mucho tiempo viendo fútbol en penumbra.
Precisamente en lo referente al campo, la peña ‘Frente Eskorpión’ puso el dedo en la llaga y durante el partido y con la televisión en directo para toda España reclamó al Ayuntamiento con una gran pancarta un ¡Campo digno ya!, leyenda que fue coreada por sus componentes en numerosas ocasiones.

Ahora, una vez pasado un partido de esta magnitud, de que tardará en jugarse otro así y con la excusa de que antes o después se hará un campo nuevo o una ciudad deportiva -esto se viene oyendo desde finales de los años noventa del pasado siglo-, la afición seguirá soportando una cochinera de campo así y duele utilizar este sustantivo para un campo con 78 años de vida, donde el fútbol oriolano ha vivido lo mejor de su historia y que ahora podría ser un coqueto estadio, pero no se ha cuidado, mantenido y remozado como se debiera para tenerlo como se tendría que tener. Ahora, quienes mandan volverán a olvidarse del campo -ojalá no-… y los aficionados a aguantar esa desidia de instalación cada vez que haya partido. Vergüenza ajena y tristeza, mucha tristeza.

Redactor Antonio Peñalver para www.sportvegabaja.es

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