Los actos contra la violencia machista culminarán el sábado con una marcha y concentración ciudadana
El Concejal de Igualdad, Emilio Zaplana, ha dado cuenta de los actos que se desarrollarán en torno al Día Internacional contra la Violencia de Género, que tiene lugar cada 25 de noviembre y este año culminarán con una marcha y concentración ciudadana de repulsa y condena ese mismo día, con salida desde el Ayuntamiento y llegada a la concentración de la Glorieta Gabriel Miró a las 20:00 horas.
Antes, la Concejalía, en colaboración con las asociaciones de la Mesa de la Igualdad, ha programado varias actividades. Entre ellas, la exposición No sonrías a los malos tratos, que tras exhibirse en Molins estará entre el 11 y el 20 de noviembre en Los Aljibes de Hurchillo. Es una exposición de la Universidad Miguel Hernández con la que ha colaborado Afammer.
Zaplana ha recordado que se sigue llevando a cabo por cuarto año el taller de prevención de la violencia de género titulado El amor no es la leche para los alumnos de 4º de la ESO de todos los centros escolares que lo soliciten.
Además, el sábado 22 de noviembre tendrá lugar entre las 18:00 y las 20:00 horas un recital poético en la Casa Museo Miguel Hernández en el que colabora el Foro Social. Y el lunes 24 de este mes a las 19:30 en la Biblioteca María Moliner la proyección de la película Ciudad del silencio, que trata sobre el asesinato de mujeres en Ciudad Juárez y está protagonizada por Antonio Banderas y Jennifer López. Antes del pase, Maribel Hernández, miembro de Amnistía Internacional, dirigirá un foro-debate.
En la convocatoria de la marcha y concentración participan todos los componentes de la Mesa de Igualdad, esto es, las asociaciones de mujeres Clara Campoamor, Libertad y Vida, para el Tercer Milenio, Afammer y de la Matanza, así como las de amas de casa de Orihuela y La Aparecida, además de Vega Baja Acoge y el Foro Social.
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Las cifras del Semavi
Por otro lado, Zaplana ha dado a conocer las cifras del Servicio Municipal de Atención a las víctimas de la Violencia de Género (Semavi), donde han sido atendidas un total de 140 personas: 80mujeres con orden de protección, 34 ciudadanos afectados por la cercanía familiar de algunos casos y 26 hijos o hijas de las víctimas.
De las 80 mujeres directamente afectadas, 46 eran españolas y 34 de otras nacionalidades (17 europeas, 12 sudamericanas y cinco de Marruecos). Respecto a su situación laboral, 54 de ellas estaban desempleadas, 18 trabajaban por cuenta ajena, tres estaban jubiladas, dos eran autónomas, otras dos estudiantes y una más presentaba invalidez temporal. En relación al descenso del número de denuncias que se ha producido, Zaplana ha aludido a que “la brecha económica se convierte en un factor determinante” porque “la dependencia económica ata mucho a las mujeres al maltratador, ya que no ven salida”.
De hecho, 17 maltratadores eran maridos y 36 convivían como pareja estable, frente a los 15 exmaridos, seis de parejas sin convivencia y otros seis de exparejas. Además, 24 víctimas vivían en pedanías, 22 en la costa y otras 34 en el casco urbano.
53 de estas 80 mujeres tenían entre 18 y 40 años, otras 22 entre 41 y 60, cuatro sumaban más de 60 y ha habido dos víctimas menores de 18 años. Hasta 38 mujeres habían cursado al menos estudios medios: 15 el bachiller, 10 ciclos formativos, cuatro eran diplomadas y nueve licenciadas. Otras 25 tenían solo estudios primarios, cinco habían completado la ESO y 12 de ellas no tenían estudios.
El 75% de las mujeres (59 con o sin orden de protección) solicitaron intervención psicológica individual, así como 26 hijas e hijos menores de edad y otros 18 miembros de alguna familia extensa. Además, 20 mujeres realizaron talleres en dos grupos de 10 de ocho sesiones cada uno de ellos.
Zaplana ha recordado finalmente que la Concejalía de Igualdad concede ayudas económicas municipales mientras estas mujeres reciben la renta de inserción, que suelen tardar entre un mes y medio y dos meses en cobrar. Y también ha advertido que estas 80 mujeres son las que han pasado por el Semavi, pero “son muchas más las que no han denunciado y de las que no se tienen datos”. Según el edil, la única manera de avanzar socialmente en la solución de esta lacra “es que el maltratador quede acorralado por la presión social”, para lo que también “es imprescindible la prevención” a través de la educación.