Las pruebas de tráfico para comprobar cómo afectará a la circulación el corte del paso subterráneo de la CV-95 comenzaron ayer. Estas se efectuarán para ver si se producen colapsos en el casco urbano. Se hará un cambio de sentido de la Avenida Duque de Tamames, que a partir de ahora será solo de entrada a la ciudad desde la rotonda de José Ávila hasta la de la Glorieta con la calle San Gregorio. El tramo de José Ávila a la rotonda junto al subterráneo seguirá teniendo doble sentido. Los vehículos podrán dirigirse a la carretera de Almoradí por Príncipe de Asturias o bien por la CV-930.
La Policía Local, durante el mediodía de ayer, estuvo vigilando el tráfico para comprobar si se producen más problemas de los previstos, además de ver si fuera necesario realizar algún tipo de ajuste. Esta no será la única vez que los agentes inspeccionen esta zona, ya que a partir del lunes las pruebas se extenderán al subterráneo de la CV-95 por el que ahora se puede salir de la ciudad y que quedará cerrada por completo durante tres días.
El concejal de Urbanismo, Antonio Zapata, aseguró que todo esto son pruebas para comprobar cómo afectarán los cortes en la ciudad y negó que Adif vaya a aprovechar para cerrar por completo el subterráneo. El socialista indicó que primero se tiene que comprobar si esos cambios son una solución o si la única es la variante solicitada para que se construya en los PAU 12 A y B, por detrás del instituto Tháder.
