El Ayuntamiento mejora la imagen del parque José Nieto y La Pedrera para acondicionar el recorrido de la próxima Romería de San Isidro
El Ayuntamiento de Bigastro ultima esta semana varias actuaciones de acondicionamiento en los parques por donde transcurrirá la romería de San Isidro, que realiza paradas dentro de su recorrido tradicional. La festividad se celebra el próximo sábado por la mañana y, para ello, la Concejalía de Obras ha acondicionado el parque ubicado en la puerta del colegio San José de Calasanz, entre otros. La zona recreativa de La Pedrera también se engalanado con nuevas mesas de picinic y un parque infantil.
Varios trabajadores del taller de empleo de jardinería de Convega han renovado el espacio público ubicado en la puerta del centro escolar, con jardineras y otros elementos decorativos para embellecerlo. A la hora de colocar la nueva vegetación se han utilizado materiales reciclados. Por su parte, las brigadas municipales también participan en la reforma con la colocación de césped artificial y terrazo. Este parque supone una de las paradas que realiza la comitiva en honor a San Isidro, si bien la romería finaliza en la ermita ubicada en La Pedrera.
En el área natural se han colocado columpios y juegos infantiles con sus respectivos pavimentos de seguridad, además de seis mesas más que se añaden a las que existían y que se restauraron en la inversión que se llevó a cabo a principios de año . Con todo ello, el área recreativa queda renovada por completo después de las tareas de rehabilitación que se hicieron hace unos meses. En la misma línea el Consistorio ha llevado a cabo los trabajos de desbroce y limpieza durante todo el itinerario de dos kilómetros de longitud, ya que parte desde la iglesia hasta el
área recreativa.
La tradicional Romería de San Isidro se celebra a partir de las diez de la mañana y recorre varios puntos del casco urbano con paradas en Carmen de Nino, Casa Clemente, Cruce de los Moya, San isidro y Villas Andrea. Cientos de bigastrenses acompañan al santo junto con caballos y carruajes hasta la ermita, donde pasan una jornada de convivencia, para luego volver hasta la iglesia parroquial al anochecer.