La Diablesa

La Diablesa es el paso procesional más antiguo de nuestra Semana Santa, fue encargado por los labradores de la ciudad en 1694, teniendo algunos de ellos  que pedir un préstamo personal para poder cubrir su elevado coste. La Cofradía del Santísimo Sacramento, autorizó que la obra se depositase en la Capilla del Loreto y el paso desfiló por primera vez en la procesión del Viernes Santo de 1695.

El grupo escultórico representa el triunfo de la Cruz, signo de la redención de Cristo, sobre el mundo, el pecado y la muerte – representados por el globo terráqueo, el diablo con formas de mujer (la diablesa) y el esqueleto-, a través de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, representada en los símbolos que portan los ángeles. Estos se encuentran sobre las nubes y sostienen los instrumentos de la Pasión: la escalera, la caña con la hiel y el vinagre, la corona de espinas, las tenazas y la cruz.

Los paralelos iconográficos más cercanos a esta obra atribuída  a Nicolás de Bussy los encontramos en la Columna de la Peste de Viena, erigida en conmemoración del cese de la epidemia en 1679, en ella también aparece “una diablesa” que es arrojada al suelo por la Fe; y en la diablesa situada a los pies de San Miguel, de la iglesia de Tordesillas.

La obra ha sufrido varias restauraciones importantes:

  • En torno a 1712, tuvo que restaurarse para subsanar los desperfectos sufridos como consecuencia del incendio de la casa del Maestrescuela que se propagó a la vecina Capilla del Loreto.
  • Hacia 1954-1955 José Sánchez Lozano restauró el esqueleto (del que apenas quedaban las piernas y la columna vertebral) y los ángeles que se encontraban en mal estado desde 1934.

Las principales actuaciones realizadas para la restauración de La Diablesa han sido las siguientes:

  1. DESINSECTACIÓN EN AMBIENTE DE ANOXIA. Eliminación de insectos xilófagos en un ambiente en ausencia de oxígeno, colocando la pieza artística en cámara cerrada con un gas inerte (nitrógeno o un gas noble) en sustitución del oxígeno.
  2. ANALÍTICA. Se han realizado análisis y pruebas de todo tipo a la pieza: análisis de micromuestras de pigmentos, fotografías ultravioleta, rayos X, etc…
  3. ELIMINACIÓN DE REPINTES. La obra ha sufrido multitud de repintes a lo largo del tiempo. Se han documentado en algunas zonas hasta 12 estratos o capas pictóricas, que ha sido preciso ir eliminando para buscar la policromía original. Este proceso ha permitido también documentar la obra original de las restauraciones de SANCHEZ LOZANO que repuso gran parte del esqueleto y los cuernos, nariz, labios y algunos dedos de las manos de la Diablesa.
  4. RESTITUCIÓN CROMÁTICA. Se ha repuesto la capa pictórica allí donde no se conservaba, pero de forma que se diferencien las zonas originales de las restauradas.
  5. PROTECCIÓN FINAL. Mediante el barnizado de la obra.
  6. DOCUMENTACIÓN. Todos los procesos han quedado debidamente documentados mediante fotografías y la memoria final de la restauración.

Se han seguido en todo momento los criterios admitidos internacionalmente para los trabajos de restauración: respeto por el original, reversibilidad, legibilidad (es decir diferenciación de las zonas restauradas de las originales) y durabilidad.