Discurso de Monserrate Guillén en la inauguración del I Salón de Empleo y Formación
Esta mañana se ha inaugurado el I Salón de Empleo y Formación en La Lonja con este discurso de Monserrate Guillén:
SALUDOS:
Inaugurar un Salón de Empleo y Formación en los tiempos que corren es un reto, pero también es un riesgo, porque el reto de hablar de empleo y de futuro también implica abrir caminos de esperanzas y, no nos engañemos, también de falsas expectativas y decepciones en un horizonte que se pinta negro.
Se pinta negro porque desde hace algún tiempo los hay que se olvidan del material humano, del valor de los trabajadores y trabajadoras, del valor de las generaciones futuras, de su educación y de su formación.
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El empeño de flexibilizar el mercado laboral, que algunos entienden como el de pagar poco y poder despedir fácil, olvidándose de que alejar la demanda es provocar la escasez de consumo y, por lo tanto, la escasez de producción. Es una máxima que quienes la defienden conocen como inútil, pero la mantienen como ‘circunstancial e inevitable’. Cuestión esta que está lejos de la verdad, porque la historia nos ha enseñado que ciertas reformas no son producto de las circunstancias, sino de las ideologías.
Hoy abrimos este primer Salón conscientes de que nos echamos un pulso con la realidad. Esa de quienes se empeñan en mandar a los jóvenes formados allende nuestras fronteras y que no considera como principal labor de los poderes públicos, formar y además, formar bien, a todos nuestros jóvenes.
Venimos de una etapa tan boyantemente virtual en lo económico como hipócrita con el futuro. Cientos de jóvenes de este pueblo y de esta comarca cambiaron los estudios básicos por un buen sueldo en el efímero negocio de la construcción. ¿Para qué formarse más y mejor si los sueldos en la obra o al destajo eran muy superiores a los de cualquiera de los jóvenes bien formados? Y claro, de aquellas lluvias estos lodos.
A pesar de que solo el talento moverá el mundo, este país, esta comarca y este pueblo, no parece que los derroteros del poder estén por mover el talento, por considerar que la educación y el saber sean el gran valor de nuestra sociedad.
Desde nuestra responsabilidad, escasa pero firme, mantendremos contra viento y marea cualquier posibilidad que consiga la formación de nuestros hombres y mujeres de cara al empleo.
Este propósito, y no otro, es el que tiene este primer Salón de Empleo y Formación. Poner en manos de quienes las quieran recibir tantas cuantas herramientas formativas estén en nuestras manos para procurar un futuro laboral digno. Conferencias, mesas redondas, talleres prácticos y la muestra permanente de diferentes alternativas en los diferentes stands que aquí se exponen. Estoy seguro de que la apuesta merecerá la pena.
Tengo que agradecer públicamente a todos los organismos, asociaciones, colectivos e instituciones, su participación y compromiso con este proyecto, que quiere ser un proyecto de todos, un proyecto que pretende mantenerse en el tiempo mucho más que los dos días en los que está previsto que se celebre este primer Salón.
Quisiera aprovechar también para dar las gracias a nuestro paisano Antonio. Su voz y su palabra es en estos momentos una voz fundamental en nuestro país, y es para nosotros un orgullo que esta mañana la ponga también al servicio de su tierra.
Señoras y señores, reza el programa de actividades de este primer Salón de Empleo y Formación, que mañana a las dos de la tarde se presentarán las conclusiones en una sesión de clausura. No seré yo quien las adelante ante tan insignes y preparados conferenciantes, pero humildemente me cabe la ilusión como representante de los oriolanos, que en esas conclusiones, a pesar de los agoreros de mal agüero y, como dirían en la huerta, de los interesados en la catástrofe, juntos abramos un camino a la esperanza.
Con el orgullo que en pocas ocasiones este Alcalde pueda sentir, queda inaugurado el primer Salón de Empleo y Formación de Orihuela.
Gracias

