Acto de exposición de la Gloriosa Enseña del Oriol 2023

Baldomero Gimenez: "Ojalá entre todos, podamos encontrar la solución, para hacer las intervenciones necesarias que nos permitan disfrutar todo el año de una ciudad moderna, actual, repleta y llena de vida"

A las 00:00 horas el lunes, 17 de julio de 2023, tuvo lugar la exposición de la Gloriosa Enseña del Oriol desde el balcón del Ayuntamiento de Orihuela con la presencia de Pepe Vegara, alcalde de Orihuela, y Baldomero Gimenez, sindico del Oriol, acompañados de autoridades.

A continuación os dejamos los discursos de ambas personalidades

 

Discurso del alcalde de Orihuela,Pepe Vegara Durá, 17 de julio de 2023

-Ilustrísimo Sr Síndico, Don Baldomero Giménez García, Portador de la Gloriosa Enseña del Oriol 2023.

-Ilustrisimo Sr Don Manuel Franco Tomás, Caballero Cubierto 2023

-Diputadas y diputados autonómicos y provinciales.

-Estimados compañeros de la Corporación Municipal.

-Sr Juez de Aguas

-Sindicas y síndicos, Caballeros Cubiertos

-Sr. Don Manuel Ortuño, presidente de la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos.

-Sra. Doña Ester Hernández Valverde, Armengola 2023

-Sr. Don Fernando López López, Embajador Cristiano 2023

-Sr. Don José Germán Torres Saldaña, Embajador Moro 2023

-Alcaldes y concejales de la provincia.

-Autoridades civiles y Cuerpos de Seguridad del Estado.

-Junta Mayor de Semana Santa

-Señoras y señores

Una noche como hoy, hace 781 años, dos luminarias desde el cielo alumbraban el camino que subía al castillo de Orihuela desde el Rabal Roig. Por él ascendían el valor, la audacia y la fe de un pueblo dispuesto a sacudirse el yugo que le había sido impuesto. Tres personas, una mujer y dos valientes con los rostros embozados y ataviados con trajes femeninos, se disponían a realizar una hazaña que dejaría marcada para siempre esta noche de 17 de julio en la parte más hermosa y noble de nuestro acervo oriolano. La osadía de la Armengola y sus compañeros de hazaña, Arún y Ruidoms y la fuerza y las ansias de ser libres de la gente del Rabal Roig, rindió sus frutos y esa noche Orihuela se hizo dueña de su destino, desterrando los negros designios que contra ella se preparaban. Desde entonces y para toda la eternidad esta noche se convirtió en una noche especial para los oriolanos.

Esta es, sin duda, la noche más mágica de Orihuela. Es una noche en la que todos nos unimos en torno a nuestros símbolos y creemos, más que nunca, en nosotros mismos, en nuestra capacidad para hacer y ser lo que nosotros queramos. Esta noche creemos en el Oriol, en él se suman todas nuestras almas. Creemos en nuestro lema, ese que dice “Semper prevaluit ensis vester”. Siempre prevaleció vuestra espada. Unámonos una vez más bajo el Oriol y gritemos juntos que a eso, precisamente, es a lo que estamos dispuestos a que prevalezca nuestra espada. A que prevalezca en la lucha por conseguir una Orihuela mejor, más moderna, más grande, más Orihuela, una Orihuela como la queremos los oriolanos.

Esta noche creemos en la Armengola. Esa mujer oriolana, representante del pueblo llano, de la gente normal, capaz de sobreponerse a las dificultades y convertirse, arriesgando su vida por los suyos, en una heroína capaz de salvar a su pueblo, a todos, a cada uno. Pero, para obtener el triunfo tenemos que ir hermanados como en aquella extraordinaria noche de leyenda, en la que todos a una fueron, fuimos capaces de alcanzar la gloria. Recordémoslo, para alcanzar nuestros objetivos tenemos que estar unidos, como lo estamos esta noche, tenemos que seguir manteniendo aunadas nuestras almas y voluntades, conformando entre todas el espíritu magnífico y maravilloso de nuestro Oriol, que cubre a todos y cada uno de los oriolanos.

Hoy celebramos nuestra fiesta, una fiesta que para poder abrazarnos se dotó de dos brazos, el de la Reconquista y el de Moros y Cristianos. Dos brazos que se complementan y funden en una sola celebración que nos identifica a todos. A la centenaria solemnidad de la gesta de la Reconquista que llevamos celebrando desde el año 1400, se unió hace ya casi cincuenta años la de las Fiestas de Moros y Cristianos en su formato actual. Cuando recuperamos una tradición festera que se diluyó allá por el siglo XVII y volvimos a llenar nuestras calles de Moros y Cristianos en el año 1974, pocos podían imaginar las dimensiones que alcanzaría esta extraordinaria manifestación festera. De aquellos pocas decenas de primeros participantes (y ya fue una proeza de nuestros 7 magníficos lograran que aquellos pocos salieran a la calle) hemos pasado a los miles de festeros que hoy conforman la Fiesta y a los miles de visitantes que atrae cada año a nuestra Ciudad, constituyéndose en uno de los grandes atractivos turísticos de Orihuela. Por eso, gracias al esfuerzo generoso de todos alcanzamos hace ya 6 años la calificación de Fiesta de Interés Turístico Nacional. Y por eso, y gracias al esfuerzo generoso de todos, alcanzaremos próximamente que nadie se atreva a dudarlo, la de Interés Turístico Internacional. Todo eso lo que hemos conseguido y lo que vamos a conseguir, lo hemos hecho entre todos, entre todos y cada uno de los festeros, entre todos y cada uno de los visitantes, entre todos y cada uno de los oriolanos que defendemos lo nuestro con cada gota de sangre que corre por nuestras venas. Eso somos nosotros y nuestra unión y la de la Asociación de Fiestas Santas Justa y Rufina con el Ayuntamiento, que siempre han ido de la mano en la lucha por alcanzar esas catalogaciones de interés turístico que harán que los reconocimientos lleguen muy pronto. Nos lo merecemos y así se lo haremos saber a quién sea necesario.

Embajadores Moro y Cristiano, Charly y Fernando, dos grandes hombres, dos hombres grandes y sobre todo dos grandes amigos, vosotros encabezáis hoy vuestros respectivos bandos, que no son bandos contrarios ni contendientes; como vosotros, son amigos que se complementan y se quieren, porque no podría haber moros sin cristianos, ni cristianos sin moros, ningún bando está completo sin el otro. Os animo, con el corazón abierto de par en par, a que nos lideréis mañana en la conmemoración de nuestro día más grande, como lo habéis hecho esta semana en la que habéis demostrado que tenéis carisma y contáis con el cariño de todos nosotros para ejercer ese liderazgo, os animo a que a partir de ahora, lo habéis hecho siempre pero después de este año vuestra responsabilidad aumenta, a que trabajéis sin descanso en la labor de concordia y unión que la Fiesta ha de desarrollar y que es su mejor contribución a esa Orihuela que todos queremos.

Y tú, Armengola, mi amada Ester, hoy trasciendes de ti misma para representar a un símbolo tan querido como admirado. Hoy eres el emblema del valor, del coraje, del amor y del sacrificio. Hoy encarnas a una mujer que puso en juego su propia integridad y la de los suyos por amor a su pueblo y que se lanzó sin dudarlo a una misión incierta de la que pudo salir con bien, gracias a su valor y arrojo. Hoy éste es tu pueblo, que te aclama y por el que estoy seguro de que serás capaz de luchar con toda la fuerza de tu amor, que yo sé, doy gracias a Dios por ello cada día, es incontenible.

Ilustrísimo Señor Síndico Portador de la Gloriosa Enseña del Oriol, D. Baldomero Giménez García, amigo Baldo, tu nombramiento nos llena de satisfacción. Has recibido el beneplácito unánime de toda la Corporación Municipal y no es para menos. Eres una persona cordial, sencilla, honesta, familiar, amante de nuestra Orihuela y de sus gentes, con quienes siempre has estado comprometido. Con este nombramiento reforzamos ese compromiso con un lazo indeleble al tiempo que reconocemos tu intachable trayectoria de oriolano ejerciente. En tus manos ponemos nuestra Gloriosa Enseña pidiéndote que la enarboles en esa llamada de la que antes hablaba para luchar unidos por nuestro pueblo.

Pretendemos avanzar todos juntos en busca de esa Orihuela universal que nos permita ser la Gran Ciudad que merecemos ser. Esa es una labor en la que deben caber todas las Orihuelas, la de la Ciudad, la de la Costa, la de las Pedanías. Si vamos unidos, sin duda conseguiremos esa Orihuela que todos deseamos y de la que todos nos sentiremos orgullosos. Ese es nuestro objetivo y por él vamos a luchar con todas nuestras fuerzas. Para lograrlo, nada mejor que conservar el sentimiento que esta noche nos infunde el Oriol para ser un único espíritu, una única voluntad, una única alma de nuestra Ciudad.

En busca de este sueño nos hemos embarcado en esta aventura en la que hemos puesto toda nuestra ilusión y toda nuestra fe. Por el amor a nuestra Orihuela hemos decidido emular a quienes aquella noche lejana acompañaban a la Armengola y luchar por vencer a nuestro Ben-Zaddon particular, para conseguir, finalmente, romper las cadenas que lastran nuestro progreso. Queremos una Orihuela más limpia, más moderna, más próspera, con mejores oportunidades para todos y con mayores atractivos para todos. Que el Oriol nos proteja y nos ayude a conseguirlo.

Y ahora ya sí, desde aquí os exhorto a disfrutar de nuestras Fiestas y disfrutar de nuestra Orihuela. Como dice nuestro pregón, Orihuela está de Fiesta y desde aquí lo pregonamos alzando los corazones para que se llenen los vientos al grito de

¡ARRIBA LA FIESTA!

¡VIVA EL ORIOL!

¡VIVA ORIHUELA!

Discurso del Síndico del Oriol, Baldomero Giménez García

Discurso del Síndico, Ilmo. Sr. D. Baldomero Giménez García
Excmo. Sr. Alcalde de Orihuela y Corporación Municipal,
Alcaldes de la Vega Baja del Segura,
Alcalde de Benidorm,
Ilmos. Síndicos,
Ilmos. Caballeros Cubiertos,
Autoridades civiles y militares,
Presidente de la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos,
Armengola,
Embajadores Moro y Cristiano,
Cargos Festeros,
Familia,
Oriolanos, Oriolanas,
Festeros, Festeras, Señoras y Señores
Buenas noches

Quiero expresar mi inmenso agradecimiento al Excmo. Sr. Alcalde y a toda la Corporación Municipal, por concederme el honor de tan Ilustre Nombramiento.

Señor José Germán Torres, embajador moro, amigo “Charli”, ¡¡¡enhorabuena!!! por la magnífica embajada que junto con tu peculiar comparsa, los Moros Almohábenos, nos habéis ofrecido. Aportas al mundo festero tu bondad, y calidad humana.

Señor Fernando López, embajador cristiano. Amigo Fernando, ¡¡¡enhorabuena!!! Junto con toda tu comparsa, los Caballeros de Santiago, nos habéis hecho disfrutar de una embajada vibrante y colorista. Eres un trabajador incansable dedicado en cuerpo y alma a la fiesta.

Sra. Ester Hernández, ¡Querida Armengola!. Enhorabuena de corazón.
¡¡¡ Oriolana de elección y vocación, representas las virtudes y cualidades de nuestra tradicional heroína.
A los tres, mi agradecimiento por compartir unas fechas que quedarán imborrables en mi memoria.

Queridos amigos y componentes de la familia Abdelazí. No sé, cómo trasmitiros mis sentimientos. Muchos años han trascurrido desde el nacimiento de nuestra comparsa, una de las dieciocho pertenecientes a la gran familia festera. Hemos vivido muy buenos momentos y otros no tanto; pero siempre, siempre, he sentido vuestro cariño y apoyo, eso que hace que merezca la pena, con creces, haber emprendido este proyecto vital que me acompaña desde hace cuarenta y siete años.

A vosotros, festeras y festeros, mi gratitud. Con vuestro inmenso trabajo, dedicación e ilusión, habéis conseguido que Orihuela sea un referente en las fiestas de Moros y Cristianos. Pese al implacable calor de un mes, nada propicio para estos ropajes, lucís con orgullo, y por qué no decirlo con algo de sudor, vuestras mejores y vistosas galas, en un día tan especial.

Y a todos los presentes, que nos acompañáis en tan emotivo acto, os invito a vivirlo desde el sentimiento.
No temáis, no voy a estar una hora hablando. Sólo necesito vuestra atención diez minutos, para cumplir con mi “misión” como Síndico.

Un año más, nos congregamos ante este balcón consistorial, para realizar lo que es ya un acto cargado de simbolismo. Visto desde ojos ajenos a nuestras tradiciones, no sería más que “la salida y colocación, en un balcón del ayuntamiento, de una bandera”. Y sí, literalmente, es lo que ha ocurrido. Pero vayamos más allá, pensemos por qué estamos aquí y qué significa para los presentes, este acto.

En primer lugar, no estamos en un edificio cualquiera. El palacio del Marqués de Arneva, es un edificio del siglo XVIII en el que se ubica la actual sede del Ayuntamiento, desde 1973.

Quizás a fuerza de verlo y ver otros tantos edificios señoriales, que aún se mantienen en pie en Orihuela; para muchos de nosotros, sea algo no digno de mención; pero sí lo es, y me explico. Estas construcciones, nos hablan de nuestro pasado como ciudad, de nuestra historia, de nuestra riqueza cultural y patrimonial.

Este año he sido designado Síndico Portador de la Gloriosa enseña del Oriol. La Real Academia de la Lengua define Síndico como: “La persona elegida por una comunidad o corporación para defender sus intereses”.
Históricamente Orihuela, ha designado síndicos a lo largo de los siglos. En la antigüedad, eran los miembros del concejo de la Ciudad los que realizaban tales nombramientos. Las comunicaciones precarias y las distancias de pueblos y ciudades con las Capitales Territoriales, donde se tomaban las decisiones trascendentes; hizo necesario designar personas que velaran, representaran y defendieran los intereses de Oriola, Orihuela; en la Corte y ante el Rey, así como en la Capital del Reino Valenciano.
En nuestro sistema de gobierno actual, somos los ciudadanos, los que, en las elecciones, elegimos democráticamente a nuestros representantes locales, autonómicos y nacionales….Así debe ser.

Entonces, ¿en qué consiste y cuáles son las atribuciones actuales de este nombramiento?

Hoy en día, es una distinción, que otorga la Corporación Municipal, y que permite a la persona designada (hombre o mujer), tener el privilegio de acompañar y portar a nuestra Gloriosa Enseña del Oriol, en los actos que tienen lugar el día 17 de Julio, ¡Día del Pájaro!; expresión esta que deja “descolocados y pasmados” a quienes la oyen por primera vez.

Pero para nosotros nuestro “Pájaro”, nuestro “Oriol”, es ¡¡¡ todo un símbolo!!! Por lo que significa, por lo que representa.

Personas, de alta valía personal y profesional, han ostentado este nombramiento antes que yo. Aprovecho para agradecerles públicamente las muestras de apoyo y cariño con las que me han acogido. ¡¡¡Me siento muy honrado!!!
Me pregunto, sin obtener una clara respuesta ¿qué méritos puedo tener para ostentar tan ilustre cargo? Y por lo único que se me ocurre, es por mi amor a Orihuela y sus gentes.

A lo largo del año, Orihuela tiene momentos estelares. La Navidad, el Medio año Festero, el Mercado Medieval, nuestra Semana Santa, las fiestas de la Reconquista… En estas fechas la ciudad se trasforma, se engalana, el bullicio llena sus calles. Se programan actividades para niños y mayores; exposiciones, conciertos, conferencias, desfiles,… Cientos de personas regresan para vivir estas fechas junto a los suyos, y miles de turistas nos visitan y se admiran, la mayoría de las veces, de la belleza de nuestra ciudad.

Es un gran espejismo. En pocos días, como en el cuento de la Cenicienta, todo se esfumará, y para los que nos quedamos, los que vivimos aquí, volverá el aletargamiento, el vacío, el abandono de calles y plazas, que muestran su verdadero estado de conservación. Ojalá entre todos, podamos encontrar la solución, para hacer las intervenciones necesarias que nos permitan disfrutar todo el año de una ciudad moderna, actual, repleta y llena de vida.

Tengo la suerte de haber formado una gran familia; de disfrutarla a diario, pues pese a las dificultades, han elegido y podido vivir aquí. Nuestros trabajos se desarrollan en Orihuela, Elda, Benidorm, Denia,…pero Orihuela es nuestro hogar, y tanto mis hijos, como mi mujer y yo, hemos decidido y podido quedarnos, permitiéndonos así, disfrutar de una vida familiar plena, que de otra manera no sería posible.

Señoras y señores políticos, las cosas fáciles las hace todo el mundo, son las difíciles las que distinguen a las grandes personas, que tienen amplitud de miras y no proyectan a corto plazo.

Ustedes tienen nuestro destino en sus manos, por favor, no dejen que rencillas y discrepancias ideológicas, salvables con generosidad y voluntad de buscar el bien común, terminen por matar a esta comarca y especialmente a esta ciudad, que no merece ser olvidada.

No soy político ni lo pretendo; más, no me resisto a la oportunidad que este nombramiento me brinda, para aportar brevemente mis impresiones, sobre la realidad de nuestra tierra.

No podemos vivir anclados en el pasado, en el recuerdo de lo que hace años fuimos y tuvimos. La cruda realidad nos sale al encuentro. Nuestra ciudad, en otros tiempos ¡¡¡ nuestra espléndida ciudad ¡¡¡
¡¡¡ agoniza ¡¡¡

Tenemos las puertas entreabiertas a muchos temas, es ya momento de abrirlas del todo.

Abrir las puertas a esa autovía, tan necesaria, que conecte Orihuela, con las playas de Orihuela, ¡las playas de su propio término municipal!

Necesitamos que nos llegue el oxígeno, la brisa fresca de las gentes del litoral, que puedan venir a conocernos sin dificultad. Somos mucho más, que sol y playa.

Abrir las puertas para las inversiones al turismo, facilitar la apertura y el funcionamiento de alojamientos, restaurantes, comercios y todo lo necesario para un turismo no de visita exprés de dos horas, sino de corta o media estancia. Poseemos museos, monumentos y lugares espectaculares, dignos de ser visitados.
Abrir las puertas al agua, agua vital para mantener una agricultura de altísima calidad. Nuestros agricultores no se merecen vivir en una continua agonía, ni en continua y fratricida lucha por este tema.

Abrir las puertas a la cultura. Nuestros museos tiene que estar vivos, ser conocidos y visitados. Nuestros monumentos, de los más importantes de la comunidad valenciana, han de ser disfrutados por todos. !! Potenciemos el turismo cultural integral, es la mayor riqueza de nuestra ciudad.

Pero para conservar esta riqueza es preciso invertir en ella, hacer esfuerzos económicos conjuntos. Parte de nuestro patrimonio es religioso, más por encima de nuestras creencias, lo tenemos que ver como lo que son, auténticas obras de arte, que tenemos la suerte de disfrutar y la obligación de preservar. Ello implica realizar inversiones a largo y a corto plazo. Entidades públicas (Consellería, Obispado, Ayuntamiento), así como privadas: empresas, entidades financieras y ciudadanos, podemos y debemos colaborar. Una oportunidad nos sale al encuentro en ese sentido. Nuestro magnifico órgano barroco de la Catedral, está en proceso de restauración. El eslogan “apadrina un tubo”, nos invita a colaborar. Ayudemos a que su sonido recupere cuanto antes su grandiosidad

Para terminar, os diré, que en esta noche, esta mágica noche, nuestro emblema nos convoca. Es el preludio de una gran jornada. El bullicio, la alegría, la música y la fiesta, lo llenan todo. Contagiados por este espíritu festero, compartamos estos momentos. El Oriol nos contempla desde lo alto, orgulloso.

Él corona la bandera, el pendón de nuestra ciudad, siendo la joya que la remata y engalana.
La Gloriosa enseña y el Oriol; el Oriol y la Gloriosa. Inequívocamente unidos, aportando cada cual su carácter.

Esta sin igual pareja, ha estado más de cuatrocientos años simbolizando nuestra ciudad, y nada define mejor esa unión que los siguientes versos:

Oriol que coronas erguido
La insigne y digna bandera,
Luces con orgulloso temple
Tan digna y preciosa enseña.

Despliega tus recias alas
Sobrevuela nuestra Vega,
Cuéntale a vientos y mares
La bravía de estas tierras,
La nobleza de sus gentes,
Que tanta esperanza albergan.

Vuelve y reposa sereno
Sobre nuestra amada enseña
Pues tu pueblo que te admira
En el balcón, hoy te espera.

Oriolanas, Oriolanos,… ¡gritad conmigo!
¡VIVA Orihuela!
Muchas gracias.

 

 

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