El Ayuntamiento ha repuesto las puertas del Parque Severo Ochoa con unas correderas, ya que hace un par de meses en una de ellas cedió el anclaje y cayó sobre una niña de once años, que jugaba cerca de la misma, causándole graves heridas. El área de infraestructuras trabaja para que el parque pueda abrirse nuevamente sin peligro de que pueda volver a suceder un accidente de estas características.
En la actualidad las puertas siguen cerradas, ya que se están preparando unos cierres que permitan abrirlas con unos candados que impida que los niños puedan usarlas para balancearse hasta producir una rotura de alguna de ellas. Según informó Pedro Mancebo, la intención es colocar unos pestillos que impida mover las puertas a cualquier persona que no tenga las llaves. Cuando todo esté listo el parque se abrirá de nuevo dentro de un horario, para evitar actos vandálicos por las noches.
