Discurso de Monserrate Guillén en el acto de la Policía Local
La celebración del día de la Policía Local, coincidiendo con el de la patrona de la ciudad, se ha convertido en los últimos años en un feliz acontecimiento que, al coincidir con el comienzo del curso escolar y del calendario político, nos sirve tanto para felicitar y homenajear a quienes por una u otra razón han sido destacados en este curso, como para hacer balance y reflexión de lo sucedido en los últimos meses y mirar al futuro. Sobre todo esto último, porque poner una mirada firme y esperanzadora en el futuro es nuestra obligación y nuestra principal razón de ser y de estar.
Felicidades a los condecorados y a quienes habéis sido reconocidos en este acto. A aquellos que las circunstancias les llevaron a poner todo el pundonor y la vocación de servicio a favor de la vida de sus semejantes, sin límites, porque si alguien alguna vez pensó que un agente de la Policía Local, que un agente de cualquier cuerpo de seguridad, tiene o se busca límites, simplemente es porque desconoce su manera de actuar cuando un ciudadano lo necesita en circunstancias extremas.
[ads1]
Por eso, a estas condecoraciones quisiera que, una vez más, se uniese la reivindicación de toda la Corporación a la que me honró en representar en favor de la Policía Local de Orihuela, de su trabajo, de su servicio, de su colaboración con la ciudadanía, de su historia, de su presente y de su futuro, siempre de compromiso, siempre de lealtad con el pueblo al que sirven, con el pueblo de Orihuela.
Es también momento de reiterar de forma personal mi felicitación a quienes la han recibido esta mañana de forma oficial, con el aval de la unanimidad de toda la corporación. Algunos de ellos desarrollan su trabajo en las oficinas, ese trabajo tan necesario como cualquier otro y que, por oculto, no siempre está bien reconocido. Un servicio que se traduce en la modernización y agilización de la administración, también, en el caso de los servicios de nuestra policía.
Con esas bases que antes os hablaba, la del compromiso y la lealtad, construimos una policía local que, cada vez más, cuenta con equipos especializados en diferentes materias que son imprescindible complemento a otras fuerzas y cuerpos de seguridad, y que desarrollan un excepcional trabajo en cada uno de los cometidos específicos que se les asignan.
En esta ocasión, me permitiréis que destaque al recientemente creado Grupo Especial de Seguridad Ciudadana, cuyos frutos en su trabajo ya podemos ver y los ciudadanos disfrutar, desde ese compromiso y esa lealtad.
Se equivocan, se equivocaron siempre, aquellos que buscaron lealtades personales. Quienes creyeron que la noble causa de todo un cuerpo tenía que pasar por sus causas, aspiraciones o intereses personales. La Policía Local no es de nadie más que del pueblo de Orihuela al que sirve y se debe.
Es momento éste también de agradecer la colaboración ciudadana, pieza imprescindible de los éxitos de la policía; de reconocer la colaboración y el trabajo de los grupos adscritos a Emergencias: Protección Civil, Cruz Roja, Cuerpo de Bomberos, Servicios Sanitarios, apoyos fundamentales e imprescindibles en muchos de los servicios llevados a cabo durante este año, algunos de ellos reconocidos y galardonados en este acto.
Y, como no, a las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, Policía y Guardia Civil, con los que tratamos de colaborar estrechamente y de cuya colaboración imprescindible, indiscutible y fundamental, se beneficia cada día más todo nuestro municipio. Sirvan estas palabras para, en nombre de pueblo de Orihuela, reconocer a sus mandos y a todos y cada uno de los agentes que los componen.
Han sido muchos los servicios, muchas las acciones para prevenir y, en su caso, reprimir los delitos; muchas más, para mejorar la convivencia gracias a esas colaboraciones que he mencionado.
Se han conseguido importantes objetivos en temas tan espinosos como importantes: el consumo masivo de alcohol en la calle, el control y detención de traficantes de droga a pequeña escala, el intenso trabajo para evitar los robos en el entorno rural y agrícola, las campañas preventivas de tráfico, el siempre discreto y efectivo trabajo de quienes centran su cometido en evitar la lacra de la violencia de Género y la ayuda a los menores…; son cuestiones a añadir al haber de la policía, resultados que avalan con creces la celebración de esta mañana.
Pero, sobre todo, ante quienes tenéis la responsabilidad y el compromiso de velar, dentro de vuestras competencias, es por la seguridad de todos los oriolanos. Es este momento de compromisos, de la puesta en marcha de la ampliación de la plantilla, de forma inmediata con las treinta plazas ya resueltas, pero sin pararnos ni en ésta ni en ninguna otra cosa.No es misión de los representantes públicos el dedicarse a desojar la margarita del reparto del poder y los intereses privados; bien por el contrario, es la hora del trabajo por el bien común, de la responsabilidad, de la gestión. También de la gestión e inversión en materia de seguridad. Un valor que debe pervivir, tanto como otros fundamentales como la igualdad, la libertad o la solidaridad. Es importante, y creo que hoy es la hora y el lugar de defenderlo, que: “En un sistema democrático es importante que el pensamiento progresista asuma como propio el concepto de la seguridad”.
Reconozcamos que tradicionalmente la seguridad ha sido sinónimo de mantenimiento de un orden social injusto, pero también de lo que llamamos el orden público, la posibilidad de convivencia; por eso, todos debemos hacer propio el concepto de seguridad.
En primer lugar, porque de lo que se trata es de defender un bien que nos pertenece a todos; pero, también, porque la historia demuestra que los primeros perjudicados ante el deterioro de la seguridad colectiva son los más desfavorecidos, los que nunca podrán pagar un sistema de protección privada.Eso los sabéis vosotros, Policías Locales, quizá como lo sepan pocos. Esa es vuestra grandeza y el orgullo de quienes sobre vosotros ejercemos algún tipo de responsabilidad. Vuestra obligación, vuestra vocación y vuestra lealtad tienen que ser con todos y cada uno de los ciudadanos, pero sobre todo con quienes más lejos tienen la oportunidad de ser libres e iguales, de quienes no pueden acceder a una seguridad privada. Ellos son lo que más os necesitan, su protección y defensa es nuestro mayor deber, y en ello estamos juntos.
Enhorabuena y Feliz día de vuestra patrona.
Monserrate Guillén
Alcalde de Orihuela

