Los ataques de pánico: el miedo al miedo

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Cada trastorno de ansiedad tiene diferentes síntomas, pero todos los síntomas se agrupan alrededor de un temor o pavor irracional y excesivo.

Uno de los trastornos de ansiedad es el ataque pánico. Se caracteriza por ataques repentinos de terror, usualmente acompañados por latidos fuertes del corazón, transpiración, debilidad, mareos, o desfallecimiento. Durante este ataque, las personas con trastorno de pánico pueden acalorarse o sentir frío, sentir un hormigueo en las manos o sentirlas adormecidas; y experimentar náuseas, dolor en el pecho, o sensaciones asfixiantes. Los ataque usualmente producen una sensación de irrealidad, miedo a una fatalidad inminente, o miedo a perder el control.

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El problema de esto es que se produce miedo a los síntomas, que hace que esta emoción sea un sumando a la dificultad para superarlo. De hecho, algunos investigadores establecen que la emoción de miedo hacia estos síntomas es la clave para la superación del trastorno.

La expectativa y la alerta a estos síntomas producen estrés, que es un factor que predispone hacia la ansiedad. El estrés se puede clasificar como una activación que hasta cierto punto es positiva. Pero cuando excede de su umbral adaptativo predispone a multitud de síntomas.

Las personas usualmente creen que cuando sufren un ataque de pánico están padeciendo de un ataque cardiaco, que están a borde de la muerte.

Es imposible morirse de un ataque de pánico. De hecho, la expresión de este ataque no suele ser más de diez minutos aunque el problema es cuando algunos síntomas prevalecen porque se siente una sensación de inseguridad.

Esta sensación favorece el estrés negativo haciendo que el sistema esté en alerta y que por tanto se deteriore el sistema inmune y se tengan pulsaciones más altas de lo normal, por lo que puede favorecer a un mal funcionamiento cardiaco.

Por ello es importante su tratamiento. Es común que la gente lo deje pasar como algo transitorio, pero si no se arregla su origen y su malestar en el presente los daños pueden agravarse.

El tratamiento está basado en la racionalización hacia el problema, ejercicios de respiración y la expresión emocional. La psicofarmacología puede ayudar a sanar este trastorno.

La sociedad actual no permite el miedo, por eso muchas de las personas sienten que no hay que hacer caso a estas sensaciones. Pero el miedo existe porque tiene sentido. Es más, esta emoción nos permite evaluar el entorno para adaptarnos mejor. No aprender y no tratar ese miedo es paradójicamente negarnos a querer vivir.

[author image=»https://www.orihuela.info/wp-content/uploads/2013/07/enrique-luis-crec-psicologos.jpg» ]Enrique Luis es psicólogo especializado en clínica y salud. Sexólogo y terapeuta de pareja. Realiza su práctica clínica en CREC Psicólogos.[/author]

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