Fantasía o realidad en la sexualidad, por Enrique Luis

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Un fenómeno que está muy de moda hoy en día es el de tu cumplir tus sueños. Es verdaderamente cierto que hay que alcanzar ese estatus llamado autorrealización. Se puede resumir en que nuestros sueños consisten ni más ni menos en alcanzar nuestro mejor yo.

En cuanto a la sexualidad se refiere, es importante saber distinguir entre nuestra sexualidad deseada y la fantasía sexual.

Una fantasía se considera aquello que está en nuestra imaginación, normalmente son situaciones en las que tenemos pleno control de la situación. Por eso son importantes en nuestra sexualidad, porque la imaginación permite crear un estado de relajación y de deseo dentro de nuestra mente que hace que exista un mayor placer. El problema reside cuando intentamos que esas fantasías se cumplan al pie de la letra en nuestra realidad y nos frustramos al no conseguirlas.

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Se puede decir que la creencia actual es que alguien te tiene que dar esa fantasía, sino no es válido y pasamos a otra pareja para que la cumpla. Para nada esto es una forma de vivir.

Para cumplir nuestra fantasía es bueno también disfrutar de la realidad, es decir, aquella situación dinámica en la que no poseemos todo el control sobre las situaciones externas. Porque al final, por irónico que parezca ocurre que lo que buscamos es el control de la situación y eso desgraciadamente no es una fantasía, sino una alucinación.

Es imposible disfrutar de la sexualidad si no se deja uno llevar, si simplemente no disfruta de cada momento con curiosidad, como algo nuevo.
Muchos de mis compañeros de profesión insisten en fomentar la fantasía, a mí personalmente me gusta analizarla para ver como la persona se mueve en su realidad.

Las expectativas forman parte de nuestro sistema cognitivo y sirve para anticipar situaciones, normalmente útil para las situaciones de peligro. Pero en el placer sexual la mayoría de las veces se produce frustración y es el germen las futuras disfunciones tanto masculinas como femeninas.

La técnica que recomiendo y que utilizo mucho con mis pacientes es la siguiente: imagina que vuelves a ser un preadolescente. Imagina que examinas tu cuerpo o el del otro con curiosidad, como si fuera la primera vez, no imaginando el placer que vas a sentir, sino simplemente descubriéndolo, buscándolo y dejando también que llegue.

El verdadero placer no se encuentra en lo que imaginas, sino en el presente que vives.

[author image=»https://www.orihuela.info/wp-content/uploads/2013/07/enrique-luis-crec-psicologos.jpg» ]Enrique Luis es psicólogo especializado en clínica y salud. Sexólogo y terapeuta de pareja. Realiza su práctica clínica en CREC Psicólogos.[/author]

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