Agentes de la Policía Nacional han desarticulado dos plantaciones ‘indoor’ de marihuana en dos operaciones diferentes realizadas en Elche y Orihuela (Alicante), en las que se han intervenido 27 kilos de cogollos y cerca de 900 plantas de ‘cannabis sativa’, según ha informado la Jefatura Superior en un comunicado.
En Elche, la operación se inició hace tres meses, al tener conocimiento la Policía de la existencia de un chalet ubicado en una partida donde se cultivarían sustancias estupefacientes para su posterior tratamiento y venta.
Los agentes localizaron la vivienda y comprobaron como acudían de forma asidua personas con grandes sacos de abono, mientras permanecían de manera inmóvil dos personas en el exterior con actitud vigilante y desconfiada ante la presencia de cualquier persona o vehículo ajeno que se aproximase al lugar.
Del mismo modo, detectaron un fuerte olor a marihuana desde el exterior de la vivienda y escucharon fuertes ruidos de ventiladores y extractores que provenían del sótano del chalet.
En el registro a la vivienda, los policías encontraron en el sótano una “compleja infraestructura” con todos los elementos e instrumental necesario para el cultivo de ‘cannabis sativa’ y su posterior tratamiento, incluidos los compartimentos estancos para su procesamiento y secado.
Los investigadores intervinieron 27 kilogramos de cogollos de marihuana secos y preparados para su envasado y venta, 550 plantas en distintas fases de crecimiento, 56 focos alógenos de gran potencia, 56 transformadores, multitud de ventiladores y 1.240 euros en efectivo, deteniendo a continuación a los cuatro responsables, tres hombres y una mujer, de 26 y 47 años de edad, de nacionalidades croata y serbia.
Los detenidos, que habían realizado enganches ilegales a la red eléctrica, fueron puestos a disposición del juzgado de Instrucción número 2 de Elche, que decretó el ingreso en prisión de todos ellos.
277 plantas en Orihuela
Paralelamente, desde el pasado mes de enero, la Policía Nacional investigaba en Orihuela una vivienda en la que se tenía constancia que pudiera haber un invernadero clandestino de marihuana en su interior.
Los agentes comprobaron que un hombre suministraba estupefacientes a compradores que acudían al lugar. En el registro domiciliario, los investigadores hallaron un invernadero, un secadero perfectamente acondicionado, para el cultivo, desarrollo y secado de la variedad ‘cannabis sativ’.
En total, había 277 plantas en proceso de secado, nueve sacos de hojas secas de marihuana, 31 balastros de alta potencia, filtros anti olores, seis garrafas de abono y dos aparatos de aire acondicionado.
El responsable, un español de 49 años, fue detenido por un delito contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico, tras lo que ha pasado a disposición judicial.